Todos hacemos planes cada dia. Algunos planes son de corto plazo, como planeando tu ruta al trabajo o creando una lista de compras. Otros planes son de más largo plazo, como el decidir la carrera que seguirás o la persona con quien te casaras. Formando planes son una de las cosas que nos hacen únicos como humanos. No nomas actuamos acuerdo a nuestros instintos animales o por las leyes de la naturaleza; nosotros hacemos planes y trabajamos hacia realizarlos.

Pero hay tiempos en los que anhelamos por un propósito más grande. Nuestros planes individuales vienen y van, pero queremos saber que la vida misma tiene un propósito y que se dirige a algo más significativo. En otras palabras, nosotros deseamos un propósito más alto.

El Cristianismo nos enseña que la vida en realidad tiene un más profundo propósito. En el entendimiento Cristiano, Dios creó el universo y todo lo que en él existe con la meta de demostrar su gloria y amor a su creación. Nosotros, los humanos somos el pináculo de la creación de Dios, y él nos ha dado la responsabilidad de reflejar su gloria en el mundo. Ese es nuestro supremo propósito - uno que da un considerable significado a cada una de nuestras vidas.