¿Acaso necesitamos la Verdad?

Todos tenemos un sentido innato del bien y el mal. ¿De dónde proviene esta verdad y, necesitamos la verdad en nuestras vidas?

Preguntas para Discusión y Reflexión Personal

  1. ¿Cómo te imaginas que sería el mundo sin un sentido de orden?
  2. ¿Crees que en realidad anhelamos un sentido de orden y verdad en la vida? ¿Por qué sí o por qué no?

La Curiosidad Colectiva Imagina... si no hubiera un sistema de tráfico y que todos en las calles condujeran como creen que es correcto hacerlo. Creo que vivimos en un universo de verdad y orden moral, y cuando todo el mundo vive en la forma en la que vivimos, de la manera que queramos, terminamos con esta clase de caos que vemos en nuestro mundo. Entonces, yo creo que sí experimentamos la verdad y realidad en todos los componentes de la vida. Es decir el argumento clásico de C.S. Lewis para la obligatoriedad que existe en frente de nosotros, si no crees que es verdad, entonces métete en la fila delante de alguien en Starbucks y te van a decir: "¡Oye! No hagas eso." —¿Por qué? ¿Quién eres tú para decirme? ¿Qué derecho tienes? –Sabemos intuitivamente a través de casi toda nuestra experiencia que no hay tal cosa como lo correcto o incorrecto. Y creo que todo es un ciclo cuando tenemos hijos. Incluso como adultos cuando nos alocamos: haz lo que quieras, sigue a tu corazón, sigue tu pasión, sigue tu placer. Cuando tenemos hijos, es increíble lo conservadores que nos volvemos. Estrellas de rock que han grabado álbumes con palabras explícitas editan sus propios discos para poder reproducir música para sus hijos porque no quieren que sus hijos hablen de esa manera. Y creo que hay muchos ejemplos en los cuales, cuando hablamos de en realidad criar a alguien, muchas de las cosas que hacemos por placer no funcionan en términos de educar a la gente para la verdad. Así que creo que lo vemos en todas las diferentes facetas de nuestras vidas. Creo que no hay tal cosa como verdad. Creo que hay una dirección a seguir en el universo y un orden en él en el cual vivimos para nuestro deleite y florecimiento, y vivimos en contra de nuestro propio quebrantamiento y decadencia. Y creo que eso se expresa porque pienso que la historia cristiana es la verdadera historia humana, no sólo una historia religiosa que cuando vivimos de esa manera, en realidad se produce la vida que anhelamos.