¿Cómo debemos compartir nuestra fe y hablar acerca de Dios con los demás? Aquí hay 3 consejos acerca de cómo tú puedes compartir tu fe con los demás.
En la primavera del 2001, yo estaba en el seminario tomando mi primera clase de evangelización. Nuestro proyecto final era desarrollar un acto de evangelización, llevarlo a cabo y escribir un artículo acerca de nuestra experiencia.
Yo había sido entrenado en evangelización personal por un profesor brillante. Había leído los últimos libros acerca de cómo compartir mi fe. Había oportunidades suficientes para compartir mi fe en una universidad cerca de mi seminario.
Pero aunque técnicamente yo estaba preparado, ciertamente no estaba listo. Yo nunca había hablado de Dios con otras personas como era requerido en este proyecto; y no tenía ni idea de qué hacer.
Finalmente, decidí hacer una encuesta de creencias religiosas. Yo escribí una serie de preguntas religiosas, progresivamente más personales que terminaban con esto: "¿Quién tu crees que era Jesucristo?" Luego de haber escuchado su respuesta, yo les preguntaba a ellos si yo les podía decir quien yo pensaba que Jesús era.
Yo estaba extremadamente nervioso y asustado de lo que la gente podría decir o hacer cuando yo les preguntara si podía hablar de Jesús con ellos. Pero para mi sorpresa, aproximadamente solo 1 de cada 20 personas que completaron la encuesta no quiso escuchar mis puntos de vista acerca de Jesús.
Aunque al principio fue incómodo, rápidamente aprendí que el compartir mi fe con otros, aunque suene cursi, no era una obligación del salón de clases; era un privilegio.
¿Los Cristianos Tienen que Compartir Su Fe?
Tal vez tu te preguntes si el hablarles a otros acerca de Dios es realmente algo que tu necesitas hacer. Démosle un vistazo a lo que la Biblia dice al respecto.
Después de la resurrección de Jesús, Él les dejó a los discípulos un último mandato: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo".¹
Unas décadas más tarde, cuando Pedro le estaba escribiendo a los creyentes en la primera iglesia, él dio dirección adicional: "Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto".²
"La esperanza que hay en ustedes" se refiere a la creencia de que aquellos que aceptan a Jesús como su salvador pueden vivir con Él eternamente. Y la razón de esa esperanza es el evangelio; las buenas nuevas de que Dios amó tanto a la humanidad que sacrificó a Su único Hijo para que cada uno de nosotros pueda tener una relación personal con Dios.
El mensaje es claro: se espera que aquellos que siguen a Jesús le hablen a otros acerca de las buenas nuevas de Su amor. De acuerdo a estos versículos, todos los Cristianos están llamados a compartir su fe.
Charles Spurgeon, un pastor del siglo diecinueve, lo puso de esta manera, "Todo Cristiano aquí es o un misionero o es un impostor. Recuerda que tú o estás tratando de expandir el reino de Dios o de lo contrario no lo amas en lo absoluto".³
Algo bastante serio.
Cómo Compartir Tu Fe
En el centro de todo, el compartir tu fe se reduce al hecho de contarle a alguien cómo y por qué tu vida es diferente debido a tu relación con Dios. El compartir el evangelio es básicamente el compartir acerca de cómo tu historia se cruza con la historia de Dios y ayudarles a ver dónde sus historias se cruzan también con la historia de Dios.
Entonces, ¿cómo le hablas a otros acerca de Dios? Veamos aquí tres consejos para compartir tu fe efectivamente.
1. Comparte Tu Fe con Gentileza
¿Por qué fue qué tan pocas personas refutaron la manera en que yo les estaba hablando acerca de Jesús durante la encuesta de mi experimento?
Fundamentalmente, yo no estaba forzándoles mis creencias a ellos. Yo estaba aprendiendo acerca de quién ellos eran y lo que ellos creían y luego les preguntaba si les gustaría escuchar mis ideas.
Las conversaciones acerca de la fe trabajan mejor frecuentemente cuando hay preguntas envueltas. Mientras yo les preguntaba a aquellos estudiantes acerca de su fe, ellos tenían la oportunidad de considerar lo que ellos creían, tal vez en una forma que nunca lo habían hecho. Ellos también sabían que estaban siendo escuchados lo cual se siente muy diferente a cuando se les habla.
El hacerles las preguntas también me ayudó a aprender más acerca de quiénes ellos eran y por lo que habían pasado en la vida, lo cual añadió valor a nuestra conversación luego de la encuesta.
2. Comparte Tu Fe con Respeto
Nuestras conversaciones acerca de la fe deben venir de un punto de humildad y sinceridad; sin juzgar a la persona con quien estamos hablando. Es imprescindible que respetemos a cada persona, su historia y su perspectiva única.
El hablar sin condescendencia ni condena puede hacer toda la diferencia en la receptividad de alguien hacia ti. Después de todo, las mejores conversaciones trabajan cuando hay dos vías de comunicación. La otra persona se debe sentir cómoda haciéndote preguntas a ti también.
Debemos también honrar los límites de los demás. Si alguien indica que se siente incómodo con la conversación, respeta su petición y procede a hablar de otro tema.
3. Comparte Tu Fe en Oración
No tan solo debemos estar orando por oportunidades para compartir nuestra historia sino también hablar con espíritu de oración cuando tenemos la oportunidad.
Antes de que siquiera abras tu boca, pídele a Dios que guíe tus palabras. Después de todo, Dios sabe mucho más que nosotros acerca de lo que está en el corazón y las mentes de los demás y lo que necesitan escuchar.
La oración como tal puede también ser usada como una vía para compartir tu fe con otras personas. Cuando le preguntamos a las personas que conocemos (y hasta a las personas que no conocemos) si podemos orar por ellos y cómo, las oportunidades de compartir la fe se darán. Una vez el diálogo se ha abierto, el chance de compartir el evangelio usualmente se presenta naturalmente.
Practica el Hablar acerca de Dios
Así como con muchas cosas, mientras más compartimos nuestra fe con otros, más cómodos nos sentimos. De hecho, una reciente encuesta hecha por "Barna Group" encontró que aquellos que tuvieron 10 ó más conversaciones espirituales en el pasado año reportaron sentir alegría, paz y júbilo cuando comparten su fe con los demás.⁴
El hablarle a las personas acerca de Dios no tiene que ser intimidante o estresante. Y tu no tienes que ir al seminario para compartir tu fe con alguien. Cuando las conversaciones espirituales son abordadas con gentileza, respeto y oración, muchas cosas buenas pueden salir de ellas ya que ambas personas recuerdan el amor eterno de Dios por todos nosotros.