¿Realmente es Ciencia el Diseño Inteligente?

¿Realmente es Ciencia el Diseño Inteligente?

La teoría del diseño inteligente a menudo es desestimada como no científica. ¿Es cierto esto?

Si el diseño inteligente (ID, por sus siglas en Inglés) se puede definir exitosamente como “religión,” entonces se puede prohibir—y de hecho ha sido prohibido—en un aula y a menudo en un discurso público.1 Sin embargo, si el ID se define como “ciencia,” se abre la puerta para considerar la evidencia de que Dios existe.2

Puesto que la ciencia es sinónima de la verdad objetiva, en la mente de la mayoría de las personas, etiquetar el ID como “no-científico” equivale a decir que es falso. Pero antes de que etiquetemos el ID como no-científico, vamos a considerar algunas cosas para responder a nuestra pregunta: 1) cómo definen el diseño inteligente aquellos en el movimiento de diseño inteligente (IDM), 2) cómo ha sido definida la ciencia históricamente y 3) cómo ha sido redefinida la ciencia más recientemente.

Definiendo el Diseño Inteligente y la Ciencia

El Movimiento del Diseño Inteligente, con sede en el Instituto Discovery de Seattle (Discovery Institute), define el ID de la siguiente manera: “la teoría del diseño inteligente sostiene que ciertas características del universo y de los seres vivos se explican mejor por una causa inteligente, no por un proceso sin dirección.”3

Busca el término “ciencia” en uno o varios diccionarios y encontrarás una definición que dice algo como esto: “Estudio o entendimiento del mundo natural basado en hechos o conocimientos aprendidos a través de experimentos y observación.”4 Esta es la definición tradicional de la ciencia, que es amplia y aceptada. Esta es la definición bajo la cual los fundadores de las ciencias operaron.

Sin embargo, un cambio filosófico ha ocurrido en los últimos años. Ahora gran parte del mundo académico insiste en que la definición de ciencia debe no sólo incluir, pero también subrayar, su compromiso con la filosofía del materialismo. El materialismo es la creencia de que no hay ninguna realidad sobrenatural, sólo el mundo natural. Todo—incluyendo nuestros pensamientos y conciencia—puede ser reducido a partículas en movimiento.

Eugenia Scott, presidenta por largo tiempo del Centro Nacional para la Enseñanza de las Ciencias y reconocida atea, escribió:

[La ciencia] debe limitarse a usar sólo fuerzas naturales en sus explicaciones. Esto se refiere a veces como el principio del materialismo metodológico en la ciencia: Explicamos el mundo natural utilizando sólo materia, energía y sus interacciones (materialismo). Los científicos usan sólo materialismo metodológico porque es lógico, pero principalmente porque funciona. No necesitamos recurrir a fuerzas sobrenaturales para explicar la naturaleza, y llegamos muy lejos en nuestra comprensión de la naturaleza apoyándonos en causas naturales.5

Si se acepta este compromiso de usar fuerzas naturales, poco inteligentes sin lugar a dudas, entonces el ID se elimina automáticamente de la empresa científica. En otras palabras, si ciertas pruebas son declaradas como inadmisibles porque sugieren una causa sobrenatural, entonces el caso está cerrado—y para los teístas, está perdido—en el debate del origen, propósito y sentido último.

Orígenes de la Ciencia Moderna

Para comprender la ironía inherente en cuestionar si el ID es ciencia, debemos analizar brevemente cómo la ciencia moderna se desarrolló. La mayoría de los historiadores de la ciencia, incluyendo muchos que no eran amigables con el cristianismo, acordaron que fue la cosmovisión cristiana la que dio origen a la ciencia moderna.

Muchos van más lejos y dicen que ninguna otra cultura o cosmovisión fue siquiera capaz de proporcionar el contexto para que la ciencia experimental se originara y floreciera. En cuanto a rastrear los orígenes de la ciencia, Loren Eisely, un historiador de la ciencia, reconoce, “es el mundo cristiano el que finalmente dio a luz de una manera clara y articulada el método experimental de la ciencia misma.”6

El célebre filósofo Alfred North Whitehead dijo que la cosmovisión cristiana fue un “factor clave” para la ciencia. “La fe en la posibilidad de la ciencia,” escribió, “vino antes de la práctica de la ciencia.” Whitehead mantuvo que ciertos hábitos de pensamiento, tales como la legalidad de la naturaleza, que surgen de la doctrina de la creación divina son críticos inclusive sólo para considerar la experimentación y la recolección de hechos.7

Para ponerlo otra manera: donde hay leyes que rigen la naturaleza, debe haber un legislador.

De hecho, muchos científicos antiguos consideran sus experimentaciones científicas como actos de adoración. En uno de sus cuadernos, el astrónomo Johannes Kepler interrumpió sus cálculos para estallar en esta oración de agradecimiento por ser “llamado” a trabajar en la ciencia: “Te doy gracias, creador y Dios, que me has dado esta alegría en tu creación, y me regocijo en las obras de tus manos.”8

Dados estos antecedentes, no nos sorprende que los grandes fundadores de las distintas ciencias eran cristianos. Estos incluyen no sólo a Kepler, pero a su predecesor contemporáneo Nicolás Copérnico y al contemporáneo de Kepler en la astronomía, Galileo Galilei. Sir Francis Bacon, que a menudo se acredita con el establecimiento de un método científico de investigación, era un creyente, como René Descartes, Blaise Pascal, Isaac Newton y Robert Boyle.

A esta lista podemos agregar a Gregor Mendel, William Thompson Kelvin y Max Planck. Incluso Albert Einstein, que, aunque no era cristiano, creía en una deidad y rechazó el estricto materialismo que la academia moderna quería imponer.9

La Respuesta Secularista

La respuesta de los secularistas a la observación de que la ciencia tiene sus raíces en el cristianismo europeo, esencialmente dice, “Eso era entonces. Como resultado del progreso ahora hemos hecho a un lado las supersticiones tales como la creencia en los espíritus y lo sobrenatural.”

Para ser claros, el IDM no propone un retorno a la visualización de la ciencia como un acto de adoración. De hecho, sus libros y página web cuidadosamente evitan la mención de pasajes bíblicos o inclusive de la palabra “Dios.” Sin embargo, se oponen a la definición de la ciencia de tal manera que automáticamente excluya la posibilidad de un diseñador inteligente, independientemente de lo que la evidencia sugiera. Esto, dicen, limita el alcance de la investigación. Los defensores del diseño inteligente discuten por la aceptación de un tipo de razonamiento científico que sea ampliamente aceptado en otros campos—los forenses y el razonamiento abductivo.

Ciencia Forense Utilizando el Razonamiento Abductivo

De hecho, el ID es un tipo de ciencia relacionada a la de los forenses en la escena del crimen, la arqueología y la cosmología. En todos estos campos, uno está tratando de determinar sistemáticamente la mejor explicación de lo ocurrido en el pasado (y no puede ser reproducido en un laboratorio) utilizando el razonamiento abductivo.10

Los teóricos del ID a menudo comparan su trabajo con el del proyecto de búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en Inglés), originalmente financiado por el gobierno, el cual comenzó en la década de 1960 y continúa hasta el presente.11 Los investigadores SETI utilizan radio telescopios para buscar señales electromagnéticas que indicarían vida inteligente en cualquier otra parte del cosmos. Del mismo modo, los teóricos del ID buscan ejemplos en la naturaleza de los sistemas que sean explicados de una mejor manera por una fuente inteligente. Por ejemplo, los teóricos del ID observan las máquinas moleculares complejas encontradas en las células y la información digital en el ADN y argumentan que cuando vemos estos sistemas complejos y el significante arreglo de las piezas en nuestra experiencia, son el producto de fuentes inteligentes, no de fuerzas aleatorias.

Como en otras ciencias basadas en el razonamiento abductivo (por ejemplo, los arqueólogos determinan si posibles artefactos tienen una causa natural o fueron producto del diseño inteligente), teóricos del ID son investigadores con un nivel de doctorado que aplican el método científico (observación, hipótesis y pruebas) y publican en revistas académicas.12

El afamado ateo Antony Flew consideró las afirmaciones del ID particularmente, debido a que contemplan la precisión del universo y finalmente, renunció a su ateísmo. Aconsejó que la ciencia sirve mejor siguiendo las pruebas hacia donde conduzcan, sin importar a dónde te lleven, aunque contradigan el materialismo.13

Esto es lo que desea el IDM. Un retorno a la raíz de la ciencia—la búsqueda del conocimiento sobre nuestro mundo natural—y un compromiso para seguir las pruebas hacia donde conduzcan. El diseño inteligente es ciencia, en el sentido literal de la palabra.

  1. Tammy Kitzmiller, et al. v. Dover Area School District, et al. (400 F. Supp. 2d 707, Docket no. 4cv2688). Esta decisión por el juez John E. Jones en el 2005 no fue apelada y por lo tanto, sirve como la prohibición legal contra la enseñanza del ID en las aulas de los Estados Unidos. Usando el lenguaje que le suministró la ACLU, el juez Jones determinó que el ID era creacionismo, lo cual dijo—a pesar de las protestas en su contra—recurrió al creacionismo Bíblico y por lo tanto era religión y contrario a la doctrina de la separación de iglesia y estado.
  2. El movimiento del diseño inteligente evita cuidadosamente toda mención de Dios, referencia a las Escrituras, o símbolos de religión para evitar violentar la doctrina de la separación de iglesia y estado. De hecho, no todos los científicos del ID son creyentes en el Dios de la Biblia. La mayoría, sin embargo, son cristianos con una orientación hacia la creación de la tierra antigua. Es decir, aceptan una fecha de 13.7 billones de años atrás para la creación del universo y una fecha de 4.5 billones de años de antigüedad para la creación del sistema solar, pero una fecha relativamente reciente para la creación especial de Adán y Eva.  
  3. A Theory of Intelligent Design: A Briefing Package for EducatorsDiscovery Institute, http://www.discovery.org/scripts/viewDB/filesDB-download.php?command=download&id=1453.
  4. “Ciencia,” Merriam-Webster, http://www.merriam-webster.com/dictionary/science.
  5. Eugenie C. Scott, “Ciencia y Religión, Metodología y Humanismo” (Science and Religion, Methodology and Humanism), Centro Nacional para la Educación de las Ciencias (National Center for Science Education), 17 de octubre de 2008, http://ncse.com/religion/science-religion-methodology-humanism.
  6. Loren Eisley, Darwin’s Century (Garden City, NY: Doubleday Anchor Books, 1961), 62. Citada en el libro de Nancy R. Pearcy y Charles B. Thaxton, The Soul of Science: Christian Faith and Natural Philosophy (Wheaton, IL: Crossway Books, 1994), 18. El libro de Pearcy y Thaxton aborda la cuestión entera de las raíces cristianas de ciencia moderna.
  7. Pearcy and Thaxton, 18.
  8. Ibid., 22–23.
  9. Richard Deem, “Científicos Famosos que Creyeron en Dios” (Famous Scientists Who Believed in God), Evidence for God, 8 de diciembre de 2011, http://www.godandscience.org/apologetics/sciencefaith.html.
  10. El razonamiento abductivo es el tercer modo lógico básico utilizado por los científicos. Inductivos y deductivos son los otros dos. El científico de ID, Jay Richards del Instituto Discovery dice, “ciencias históricas u orígenes como cosmología, la investigación del origen de la vida y biología evolutiva... dependen en gran medida de la comparación de hipótesis competentes.” Anne Barbeau Gardiner dice, “estas ciencias siguen lo que se llama “abducción” o “inferencia a la mejor explicación,” hipótesis rivales de peso para ver que tiene una mayor “adecuación causal.” La evolución darwiniana no es una hipótesis “comprobable,” dice Richards, pero es “en gran parte histórica y abductiva.” Está en competencia con las “explicaciones teleológicas” tales como la teoría del diseño inteligente (ID), por eso los darwinistas atacan los teóricos del ID con tal vehemencia. Ambos utilizan el razonamiento abductivo, sin embargo, los darwinistas tendría gente que creen que por sí solos son “científicos,” mientras que sus rivales son filosóficos o religiosos. Ambas citas son tomadas de:Anne Barbeau Gardiner, The Creation Story for AtheistsNew Oxford Review (14 de marzo de 2011) consultado en http://www.discovery.org/a/16601.
  11. “SETI ha recibido millones de dólares en fondos de la Fundación Nacional de Ciencias (National Science Foundation, NASA) y una variedad de otros gobiernos e instituciones no gubernamentales. Mientras que algunos consideran que los esfuerzos del proyecto SETI por intentar detectar vida inteligente en otra parte del universo son un desperdicio de fondos, otros pocos lo consideran como no-científico.” Mark Moldwin “Why SETI is Science and UFOlogy is Not: A Space Science Perspective on Boundaries,” Skeptical Inquirer 28(Noviembre/Diciembre 2004): 40–42.  En el artículo, el profesor Moldwin dispuso una variedad de criterios para la definición de la ciencia versus pseudo ciencia. El investigador Peter Williams aplica estos mismos criterios de diseño inteligente y concluyó que el ID cumple con estos criterios en la misma medida que SETI. Tanto el ID y el SETI buscan determinar científicamente si las características distintivas de la inteligencia son obvias desde artefactos e información comunicada. Véase a Peter Williams, “If SETI is Science and UFOlogy Is Not, Which Is Intelligent Design Theory?” http://www.arn.org/docs/williams/pw_setivsufology.htm.
  12. Decenas de artículos académicos de teóricos del ID se enumeran en la Página Web del Instituto del Descubrimiento (Discovery Institute), http://www.discovery.org/a/2640.
  13. Antony Flew fue uno de los ateos más famosos del siglo XX. En el año 2004, anunció en la Universidad de Nueva York, que “ya había aceptado la existencia de un Dios.” En ese debate, dijo que creía que el origen de la vida apunta a una inteligencia creativa “casi en su totalidad debido a las investigaciones de ADN.” Escribe: “lo que creo que ha hecho el material de ADN es que se ha demostrado, por la casi increíble complejidad de los arreglos que se necesitan para producir (vida), que la inteligencia debió haber participado en conseguir estos elementos extraordinariamente diversos para trabajar juntos. Es la enorme complejidad del número de elementos y la enorme sutileza de las formas en la que trabajan juntos. La reunión de estas dos partes en el momento oportuno por casualidad es simplemente cuestión de minutos. Es todo una cuestión de la enorme complejidad que se lograran los resultados, que me pareció un trabajo de inteligencia.” Antony Flew and Roy Abraham Varghese, There Is a God: How the World’s Most Notorious Atheist Changed His Mind (Nueva York: Harper Collins, 2007), 74.
  14. Crédito de Foto: Eduard Bonnin / Stocksy.com.