¿Realmente importa lo que yo crea?

¿Realmente importa lo que yo crea?

Es difícil saber qué creer. Pero nuestras creencias podrían afectarnos más de lo que pensamos?

Danos una visión clara para saber dónde estar y a favor de qué estar, porque si no estamos a favor de algo, vamos a caer por cualquier cosa.Peter Marshall, Capellán del Senado de los EE. UU., 1947

Honestamente, a veces simplemente no sabemos qué creer. O bien creemos que sabemos, pero entonces se presenta un desafío a nuestras creencias y ya no estamos tan seguros de qué es verdadero.

Hay una expresión que dice "Mientras más viejo soy, menos es lo que sé". La gente parece creer en cosas o relaciones hasta que esas cosas los decepcionan o los abandonan. Mientras pasa la vida, lo que creíamos ser cierto comienza a ser menos cierto por que nos fallo una o quizás veinte veces - cambiamos nuestras creencias para reconciliar el cambio que ocurrió en nuestro corazón.

Lo que parece importar más que nuestras creencias es lo que hacemos y cómo actuamos. Se vuelve un asunto de prioridades y acciones, no creencias.

Ni siquiera nos detenemos a pensar en qué creemos. Solo “hacemos”. Existimos. Nos levantamos y hacemos nuestros trabajos. Interactuamos con nuestras familias y amigos. Planeamos para nuestro futuro.

Entonces, ¿si importa lo qué creamos?

Dos Puntos de Vista que se Contradicen

Hay dos perspectivas que se contradicen de las que debemos estar conscientes para comenzar. La primera es la verdad absoluta y la segunda, el relativismo.

En su nivel más simplista, la verdad absoluta sostiene que hay ciertas verdades universales que son válidas en todas las épocas y en todos los lugares, aunque no creamos en ellas. El relativismo dice que muchas formas de verdad son relativas y no absolutas; estas verdades cambian de una época y cultura a la siguiente.

Lo que crees se ve influido por la perspectiva desde la cual ves la verdad. Por ejemplo, si no existe tal cosa como verdad absoluta, entonces ninguna creencia en particular puede ser más importante o moral que alguna otra. Sin embargo, si crees que la verdad absoluta existe, entonces lo que crees acerca de un ser supremo probablemente se verá influido.

Muchos científicos refutan la idea del relativismo. Señalan que el universo mismo opera según principios básicos: "leyes de la naturaleza". La gravedad es un ejemplo de estas leyes.

Otros críticos del relativismo han señalado que la afirmación "todas las verdades son relativas" se contradice a sí misma. Una declaración definitiva acerca del relativismo es, en sí misma, un absoluto.

Verdad y Creencia

La mayoría de las religiones hablan acerca de verdades absolutas. Por ejemplo, los musulmanes enseñan la predestinación, la creencia de que Alá decretó todo lo que ha de suceder. Los hindúes creen que dharma, un poder detrás de toda la naturaleza, mantiene todas las cosas en armonía. Los cristianos creen que la resurrección de Jesús ofrece el camino para la reconciliación con Dios y la esperanza de vida eterna.

Estas “verdades” son una parte de lo que los miembros de cada religión creen, aunque ninguna de ellas puedan ser probadas.

Sin embargo, verdad no es lo mismo que creencia. A veces formulamos juicios acerca de otros basados en cómo ellos encajan en nuestras expectativas y creencias respecto de lo que es verdad, correcto y agradable, sea mental, física o espiritualmente.

La historia está repleta de ejemplos de creencias que nada tuvieron que ver con la verdad. Por ejemplo, Hitler masacró seis millones de judíos durante el Holocausto, porque él creía sinceramente que ellos eran detestables y que erradicar a la raza judía era lo correcto. Sin embargo esa creencia no era verdadera.

Pero, como pueden ver, las creencias influyen en las conductas.

El Impacto de las Creencias

En el transcurso de nuestras vidas, nuestras creencias influirán en nuestras acciones, incluso cuando no nos damos cuenta. Lo que nosotros creemos aparece en nuestros intereses y actividades. En general pasamos el tiempo en cosas que afirman nuestras creencias y con personas que están de acuerdo con nosotros. Aunque no lo queramos admitir, tendemos a estar de acuerdo con otros que tienen creencias similares a las nuestras.

Si creemos que la tierra es plana, como lo hacían los marinos antiguos, vamos a evitar navegar muy lejos de casa. Si creemos que existe vida en otros planetas, podemos pasar tiempo estudiando las estrellas y el universo. Asimismo, si creemos que podría existir un ser supremo, podemos querer explorar lo que a ese ser supremo le gustaría y qué significaría eso en nuestras vidas.

Los cristianos enseñan que existe un Dios que creó todo. Enseñan que él ama de manera perfecta y justa y que él juzgará al mundo, pedirá cuentas a todos por sus actos a la luz de su verdad. La Biblia dice que “cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan”.1 En esta visión en particular, nuestras creencias importan porque influyen nuestra relación y posición frente a Dios.

Creencia y Decisiones

Si decidimos aceptar, rechazar o ignoramos algo de forma pasiva, esto puede tener un impacto profundo en nuestras vidas y las de otros, sin importar si es o no nuestra intención que así sea.

Nuestras creencias nos guían para tomar decisiones. Lo que sea que creamos, se demuestra en nuestras elecciones de cada día. Así que lo que nosotros creemos tiene una importancia sin medida.

Algunas de nuestras decisiones diarias tienen el poder de cambiar vidas en cualquier momento. Identificar aquello en lo que creemos -y elegir lo que haremos con nuestras creencias- importa.