¿Qué es un Ser Humano?

¿Qué es un Ser Humano?

El poeta le preguntó a Dios: "¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?"

Cierren los ojos e imagínense solos por la noche, fuera de los límites de la ciudad, donde nada los separa del cielo lleno de estrellas, salvo una extensión de aire claro y nítido. En la quietud tranquila, se sienten más conscientes de sí mismos y comienzan a reflexionar sobre su lugar en el universo.

Miles de años antes, un poeta hebreo miró al mismo cielo de la noche y se encontró a sí mismo asombrado ante los miles de estrellas en el cielo. Sin conocimientos de astrofísica, ninguna medida de años luz en la mente, sin concepto de espacio profundo, él, sin embargo, se sentía empequeñecido por todo y planteó una de las grandes interrogantes de la vida:

Cuando veo tus cielos,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas
que tú formaste,
digo: ¿qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
y el hijo del hombre, para que lo visites?1 

Por lo que sabemos, los seres humanos son las únicas criaturas en la tierra que poseen un cerebro desarrollado hasta tal punto que pueden hacerse esta pregunta: ¿Qué soy exactamente—qué es un ser humano? Resulta difícil imaginar que un perro reflexione sobre su “canidad”. Pero nosotros, como personas, estamos obligados a preguntar y responder a la pregunta significativa de la condición humana, porque la forma en que vivimos nuestras vidas proviene, en gran medida, de la respuesta que le demos.

Históricamente, a lo largo de los siglos ha habido tres respuestas principales, que han surgido en diversas formas, a esta pregunta. Estas respuestas pueden encontrarse a través de tres narrativas culturales diferentes que las personas han utilizado para dar sentido a lo que, como seres humanos, somos.

La Narrativa Material

Por un lado está la opción física o material. Los seres humanos son los habitantes más evolucionados de los ecosistemas de la tierra. Como todo lo demás en el planeta, somos el producto del tiempo y el azar, de la evolución y la supervivencia. Cuando se llega a esto, los seres humanos no tienen nada especial, salvo nuestro cerebro altamente evolucionado.

Pero incluso esos cerebros—aunque capaces de imaginación, lenguaje, creatividad, arte, música, auto-reflexión y razón—son simplemente el funcionamiento de procesos bioquímicos e impulsos eléctricos. C. S. Lewis una vez ponderaba si, desde esta perspectiva, se podría proceder a razonar en absoluto. No confiamos en los pensamientos que creemos provenir de fuentes irracionales. Pero si esta respuesta materialista es correcta, al parecer todos los pensamientos se originan en fuentes irracionales, incluso este.2

En última instancia, ¿qué distingue, los pensamientos de un eminente científico de los de un animal? Ambos son simplemente reacciones bioquímicas. Y al morir, ambas criaturas dejan de pensar. Para muchas personas, esta es su respuesta a la pregunta: “¿Qué es un ser humano?”3

Vale la pena reflexionar lo que tal respuesta podría implicar para las relaciones humanas. Si un conjunto de procesos de pensamiento es todo lo que un ser humano es, ¿qué razón hay para la compasión, el amor, el altruismo o el sacrificio? ¿Por qué tratar a otra persona como algo valioso o sagrado? La respuesta proporcionada por esta opción narrativa parece llevarnos a preguntas más apremiantes.

La Narrativa Espiritual

Una segunda narrativa que se ha ofrecido se basa en una perspectiva que se encuentra principalmente en las culturas orientales. En esta perspectiva, los seres humanos son seres esencialmente divinos, espirituales, que han encarnado en cuerpos físicos durante un tiempo. La muerte puede liberar el alma del cuerpo para volver a lo divino o, después de la muerte, el alma puede reencarnar en un cuerpo de otro tipo. Este punto de vista se encuentra en diversas formas en el pensamiento religioso del hinduismo, el budismo y otras religiones orientales.4

De acuerdo con algunas versiones de esta narrativa, los seres humanos comparten lo divino de alguna manera y, por ello, deben ser tratados con especial cuidado. Sin embargo, los estrictos sistemas de castas también se han construido sobre la base de esta narrativa, relegando a grandes cantidades de personas a vivir en la pobreza y el sufrimiento.

La Narrativa de la Biblia

Las fes “bíblicas”, el judaísmo, el cristianismo y sus ramificaciones, ofrecen una tercera narrativa. En el relato bíblico, los seres humanos son la creación intencional de un Dios personal. Algunos piensan que Dios puede tener procesos evolutivos supervisados para lograr la raza humana. Otros piensan que Dios nos creó de alguna manera más directa e inmediata. Pero lo que tienen en común todos quienes creen esta narrativa es la creencia de que los seres humanos son creados “a imagen de Dios”, es decir, con la capacidad de relación con Dios y la capacidad de amar y de comunión con los demás.5

Esta narrativa, cuando se escucha plenamente, requiere la valoración y el respeto de la vida humana. Todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, por lo que todos son infinitamente valiosos y dignos de ser amados y servidos. Aunque las personas religiosas a menudo han pasado por alto este hecho, no obstante, es una parte de la narrativa.6 Hombres, mujeres y niños deben ser todos igualmente valorados. Todas las razas, todas las edades y todos los géneros son igualmente amados por Dios. Las categorías que los seres humanos—en nuestros miedos y egoísmos—han construido para separarnos unos de otros se disuelven ante esta narrativa.

Más concretamente, la versión cristiana de esta tercera narrativa establece que Dios se hizo un ser humano en la persona de Jesucristo. Dios entró en nuestro mundo, afirmando además la medida en que Dios valora su creación y la vida humana. Dios puso a disposición a través de Jesús el ofrecimiento de una relación con él que se extiende más allá de la experiencia de la muerte.

Las Grandes Preguntas

En una u otra forma, nuestras curiosas, reflexivas y meditadoras mentes se ven obligadas a luchar con algunas grandes preguntas. Estas interrogantes simplemente no tienen respuestas como los problemas de álgebra que se pueden comprobar de forma definitiva. Nuestras “respuestas” a estas preguntas se encuentran más a través de una historia que creemos y en la que vivimos dentro y fuera.

¿Hay un Dios? Si es así, ¿puede Dios ser conocido? ¿Qué es un ser humano? ¿Cuál es mi responsabilidad para con los que me rodean? ¿Qué significa esta vida?

En estos días, ¿cuál es la historia en la que ustedes vives dentro y fuera? ¿Haz pensado en otras narrativas que puedan ayudar a sacar el máximo sentido de estas grandes preguntas? ¿Qué, exactamente, eres tú?

  1. La Sagrada Biblia, Salmos 8:3–4.
  2. C. S. Lewis, Miracles: A Preliminary Study (New York: Macmillan Co., 1947), 19-24.
  3. Descartes resumió esta idea en su dicho: “Pienso, luego existo”.
  4. Véase www.hinduism.co.za/natureof.htm y www.patheos.com/Library/Hinduism.
  5. La Sagrada Biblia, Génesis 1:27.
  6. Trágicamente, cuando este relato ha sido ignorado o dejado de lado en favor de otras agendas (políticas, económicas, raciales), la guerra, la esclavitud y la opresión han sido el resultado. Sin embargo, las mujeres y los hombres de fe han respondido en cada época, tratando de hacer la paz, abolir la esclavitud y establecer la justicia para los oprimidos.
  7. Crédito de Foto: Aleshyn_Andrei / Shutterstock.com.