¿Quién es Dios?

¿Quién es Dios?

La mayoría de la gente cree en la existencia de un Dios que trasciende la humanidad, pero ¿quién es ese Dios?

Tanto nuestras vidas como este mundo pueden ser casuales, productos accidentales de una combinación fortuita de elementos ensamblados en el universo.

Pero, ¿consideras improbable o insatisfactorio la idea de que tu existencia es meramente una coincidencia? Pues no estas solo. Mucha gente tiene la creencia de que debe haber algún ser que trascienda la humanidad—una deidad de algún tipo.

Dicho de otro modo, “Dios” es la palabra en la lengua española para referirse al ser supernatural que consideramos el responsable de crear y sustentar el universo. Mas, ¿quién es esa persona? ¿Quién es Dios?

Primeras Concepciones

Algunas de las obras más antiguas de la literatura existentes incluyen explicaciones vívidas de un mundo gobernado por un sinnúmero de dioses egoístas y hasta temerarios.1 En estos primeros relatos, la mayoría de las descripciones del mundo trataban de toda una serie de dioses o seres divinos que ocasionaban o, por lo menos influenciaban, las experiencias de las personas.2

Esta visión politeísta del mundo (o estas religiones) dominaba las culturas hasta el nacimiento del judaísmo y las demás religiones monoteístas. 

En el judaísmo vemos las primeras explicaciones ampliamente reconocidas de la existencia del mundo, atribuida a un divino Creador y Sustentador. El cristianismo se originó de esta base monoteísta después de la muerte y supuesta resurrección de Jesús hacia el año 33 D.C. Más de un milenio después, luego de que comenzaran a circular las revelaciones recibidas por Mahoma en la península arábiga, el islam se convirtió en la tercera principal religión monoteísta durante el comienzo del Siglo XVII.

Hoy, el 31 por ciento de la población terrestre se identifica como cristiana, el 23 por ciento como musulmana, el 15 por ciento como hindú, el 0.2 por ciento como judía y el 16 por ciento no está afiliado a ninguna religión. El 20 por ciento restante se compone, en su mayoría, por religiones orientales como el sijismo, shintoismo y budismo.3

Definiendo "Dios"

Según las religiones monoteístas, Dios es una sola deidad; en las politeístas, muchos dioses tienen diversas funciones para atender al mundo.

San Anselmo, un monje benedictino del Siglo XI, definió a Dios como “posiblemente el mejor ser que podamos concebir”.4 Posteriormente, la mayoría de las personas le atribuyen a Dios las siguientes características: omnisciente (conocedor de todo), omnipresente (está presente en todos lados), omnipotente (todopoderoso) y perfectamente bondadoso.

Los teístas—los que creen en un dios o en muchos dioses—sugerirían, a diferentes niveles, que Dios está involucrado de alguna manera con el mundo. Según la mayoría de las religiones, aunque Él es invisible, Dios todavía se puede percibir mediante oraciones, textos sagrados y hasta observando su creación.5

De hecho, para validar sus experiencias, muchos filósofos y teólogos han intentado probar la existencia de Dios. Asimismo, algunos han intentado refutarla.

Ataques a Dios

Aunque siempre ha habido personas que dudaban de la existencia de un poder supremo, o que la denegaban, siempre ha sido una minoría relativamente silenciosa. Según la historia, una de las estadísticas más sorprendentes, según se ha indicado antes, es la proporción alta de agnósticos en el mundo actual.

Hace solo un siglo, Friedrich Nietzsche, el filósofo alemán, dio voz a un desdén creciente hacia Dios, la religión y la gente religiosa cuando declaró: “¡Dios ha muerto!”6 En años más recientes, esta tendencia se ha acelerado. De hecho, según la Encuesta de identificación religiosa americana, “ninguna/ninguna religión” es el segmento religioso que crece más aceleradamente en los Estados Unidos, por mucho.7

Un grupo emergente de eruditos, científicos y filósofos—llamados los “nuevos ateos”—se han encargado de esta causa con fervor. Afirman que “la religión ni siquiera debería ser sólo tolerada, sino que debería ser rebatida, criticada y expuesta al razonamiento argumentativo donde quiera que se suscite su influencia”.8

Richard Dawkins, uno de los principales ateos actuales, no mide sus palabras cuando habla de Dios. “El Dios del Antiguo Testamento es, sin duda, el personaje más desagradable en toda la obra de ficción: celoso y orgulloso de ello; un mezquino, injusto, implacable maniático del control; un vengativo limpiador étnico sediento de sangre; un misógino, homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, pestilente, megalómano, sadomasoquista y acosador caprichosamente malévolo.”9 

Muchas de estas personas están de acuerdo con Dawkins y estarán satisfechos sólo cuando Dios sea eliminado de nuestro vocabulario y de nuestra conciencia.

Resurgimiento de Dios

Otras personas argumentan que esto es imposible y aceptan la famosa declaración de C.S. Lewis: “Si encuentro en mí un deseo que ninguna experiencia del mundo pueda satisfacer, la explicación más probable es que fui creado para otro mundo”.10 Y mientras muchos ateos pueden estar en desacuerdo, la mayoría de las personas reconocen este deseo como insaciable.

Por consiguiente, la humanidad siempre buscará a Dios, tratará de conectarse con Él y de encontrarlo. De hecho, datos recientes dan evidencia del desarrollo de esta tendencia. Dinesh D’Souza declara: “El mundo está siendo testigo de una explosión enorme de conversión y crecimiento religioso… la gente está buscando un resurgimiento de la religión—tal vez en una nueva forma—para atender sus inquietudes particulares dentro de una sociedad secular”.11

Encontrando a Dios

Algunos describen la religión como el esfuerzo de la humanidad para alcanzar a Dios. Muchas religiones también profesan que su Dios o dioses actúan de manera que puedan ser reconocidos y encontrados por los que los buscan.

Mientras que el cristianismo es único en muchas maneras, su singularidad es mejor entendida como el esfuerzo de Dios—mediante la persona de Jesús—para alcanzar y restaurar la humanidad. Mientras los seguidores de Jesús con frecuencia fallan en extender la gracia amorosa de Dios a un mundo necesitado de la misma, no obstante, Dios es flexible y decidido”.12 Él extiende su amor incondicional, inmerecido a todo ser humano en un acto de gracia inmensurable.

Además, el judaísmo nos enseña que podemos llegar a saber quién es Dios simplemente buscándolo.13 El Rey David dijo: “Si lo buscas, se dejará encontrar por ti”.14

Lo que parece estar claro es que para descubrir a Dios, debemos empezar por buscarlo para encontrarlo. Eso es parte de la razón por la cual tú y yo estamos aquí ahora mismo—estamos juntos en esta travesía.

  1. Como ejemplo, vea la interacción de los dioses y la gente en La epopeya de Gigamesh, traducido por Andrew George (New York: Penguin Classics, 2003).
  2. El grupo colectivo de los dioses de una cultura reconocidos oficialmente se conocen como un “panteón”. P. ej.: El panteón griego incluye a Zeus, Hera, Afrodita, Ares, Artemisa, Apolo y Atenea, entre otros. 
  3. “The Global Religious Landscape,” Pew Research Center, December 18, 2012, http://www.pewforum.org/2012/12/18/global-religious-landscape-exec/.
  4. Anselm of Aosta, Prayers and Meditations of St. Anselm with the Proslogion (London: Penguin Classics, 1979), p. 79.
  5. Por cierto, el pronombre masculino se usa en todas las tres religiones monoteístas principales. Sin embargo, la mayoría de los teístas podrían admitir que Dios, un dios inmaterial, no es ni masculino ni femenino en el sentido literal
  6. Friedrich Nietzsche, The Gay Science (New York: Vintage, 1974), p. 167.
  7. “U.S. Public Becoming Less Religious," Pew Research Center, November 3,2015, http://www.pewforum.org/2015/11/03/u-s-public-becoming-less-religious/. Vea también Cathy Lynn Grossman, “Most Religious Groups Have Lost Ground, Survey Finds,” USA Today, March 17, 2009, http://www.usatoday.com/news/religion/2009-03-09-american-religion-ARIS_N.htm.
  8. Simon Hooper, “The Rise of the ‘New Atheists,’” CNN, November 9, 2006, http://www.cnn.com/2006/WORLD/europe/11/08/atheism.feature/index.html.
  9. Richard Dawkins, The God Delusion (Boston: Houghton Mifflin, 2006), p. 31.
  10. C. S. Lewis, Mere Christianity (San Francisco, CA: Harper, 2001), p. 136.
  11. Dinesh D’Souza, What’s So Great About Christianity? (Illinois: Tyndale House Publishers, Inc., 2008), p. 3.
  12. The Holy Bible, New International Version © 2011, 1 Timoteo 2:3–4. “Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad”.
  13. Ibid., Deuteronomio 4:29. “Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”.
  14. Ibid., 1 Chronicles 28:9.
  15. Crédito de Foto: mezzotint / Shutterstock.com.