Names of God in the Bible

Nombres de Dios en la Biblia

Parece que la Biblia está llena de diferentes nombres para Dios. Pero, ¿qué significan?

Abre la Biblia en cualquier página y muy posiblemente encontrarás la palabra “Dios” o “Señor” en esas páginas. Eso es porque la Biblia es una colección de escritos de los antiguos hebreos y de los primeros cristianos, sobre la implicación de Dios en sus vidas y en el mundo.

Algunos creen que las historias de la Biblia son simplemente leyendas; otros creen que son verdaderas historias de testimonio e historia. Cualquiera que sea tu creencia religiosa, no hay duda alguna de que la Biblia es principalmente acerca de Dios y de su relación con la gente.

Pero los escritores de la Biblia—hubo muchos de diversas procedencias—a menudo utilizaban diferentes nombres para Dios. Los libros del Antiguo Testamento fueron escritos originalmente en hebreo (con un poco de arameo) y los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego. En estos libros, los autores utilizaron diversas palabras y frases como nombres para Dios.

Vamos a contemplar algunos de los nombres más importantes de Dios en la Biblia.

Nombres Generales

Para empezar, dos palabras comúnmente usadas para Dios en la Biblia son el (hebreo) y theos (griego). En su uso más simple, estas dos palabras se refieren a un ser divino o Dios; ninguna es exclusiva de la Biblia. Muchos otros textos antiguos del cercano oriente y Escrituras griegas clásicas utilizan estas dos palabras para referirse a seres divinos. De hecho la palabra “el” se encuentra en varios otros idiomas semíticos—como Cananeo y Ugarítico—para referirse a las deidades locales.1

Escritores del Nuevo Testamento usualmente empleaban la palabra “theos” como el nombre de Dios. Por ejemplo, el apóstol Juan escribió: “El que no ama no conoce a Dios [theos], porque Dios [theos] es amor.”2

Escritores del Antiguo Testamento a menudo distinguían al Dios que adoraban de otros dioses mediante la adición de un descriptor. Por lo mismo encontramos términos como éstos:

  • El Shaddai, que significa “Dios Todopoderoso:” “Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ‘Yo soy el Dios Todopoderoso.’”3
  • El Elyon, que significa “Dios altísimo:” “Y Melquisedec, rey de Salén y sacerdote del Dios altísimo, le ofreció pan y vino.”4
  • El Roi, que significa “El Dios que ve:” “Como el Señor le había hablado, Agar le puso por nombre ‘El Dios que me ve’”5
  • El Yisrael, que significa “Dios de Israel:” “Los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó profetizaron. . . en el nombre del Dios de Israel.”6

Autores del Antiguo Testamento también utilizaban la palabra elohim, que es simplemente la forma plural de la palabra “el.” Tomada literalmente, puede ser traducida a “dioses.” De vez en cuando se utiliza de esa manera en la Biblia, así como en el famoso mandamiento dado a Moisés por Dios: “No tengas otros dioses además de mí.”7

Pero muy a menudo, los israelitas se refirieron al único, el verdadero Dios como “elohim.” Eruditos y teólogos se refieren a este uso como un “plural de majestad” o “plural intensivo,” porque las lenguas semíticas emplearon frecuentemente una forma plural para intensificar una palabra.8 En este caso, “elohim” se refiere a un ser divino que es grande y majestuoso, “el creador soberano del universo entero.”9

Esto proporciona una importante idea de cómo los israelitas frecuentemente percibían al Dios que adoraban. De hecho, “elohim” es el primer nombre usado por Dios en la Biblia: “Dios [elohim], en el principio, creó los cielos y la tierra.”10 La palabra se produce más de 2 mil veces más en el Antiguo Testamento.

Nombres Personales

Además de los nombres generales para Dios en el Antiguo Testamento, un nombre mucho más personal destaca sobre todos los demás: Yahvé

Los antecedentes de este nombre son complejos. El libro del Éxodo registra cuando Dios llamó a Moisés para regresar a Egipto y sacar a los israelitas de la esclavitud, Moisés le hizo una pregunta a Dios. “Supongamos que me presento ante los israelitas y les digo: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes.’ ¿Qué les respondo si me preguntan: ‘¿Y cómo se llama?’?”11

Fue una buena pregunta. Hasta ese momento, los descendientes de Abram generalmente se habían referido a Dios como “el” o simplemente “elohim,” como lo comentamos anteriormente. Moisés quería confiar que Dios salvaría a su pueblo, pero necesitaba un nombre—un nombre personal.

El relato continúa: “‘YO SOY EL QUE SOY’—respondió Dios a Moisés. ‘Y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes.”’”12

La frase traducida como “Yo soy el que soy,” también podría significar “Causo ser porque causo ser.” 13 Y cuando se utiliza como un título, las palabras en inglés “Yo soy” son una palabra en hebreo: Yahvé. Técnicamente, las vocales no se incluían en el hebreo antiguo, así que algunos eruditos escribían la palabra como “YHWH.” Éste se convirtió en el nombre personal de Dios para el pueblo hebreo.

“Yahvé” podría referirse a la existencia de Dios, que no es dependiente o contingente en alguna persona o en cualquier otra cosa para toda la vida, así como lo son los seres humanos. También podría referirse a la liberación de la esclavitud que Dios estaba a punto de proveer a Israel.

Independientemente de los detalles, este nombre para Dios—Yahvé—llegó a ser tan sagrado para los israelitas que dejaron de decirlo en voz alta para asegurar que no fuera usado de manera profana. Como resultado, la palabra hebrea hashem—que significa “el nombre”—o Adonai—que significa “señor”—fueron sustituidos en lecturas públicas y discursos.

La mayoría de las Biblias en inglés continúan esa práctica de reverencia para el nombre de Dios cuando traducen la palabra “Yahvé.” Ellos utilizan la palabra “Señor” todo en mayúsculas—SEÑOR—para distinguir las veces en las que se utiliza “Yahvé,” de las veces en las que “adonai,” la verdadera palabra hebrea para Dios (como en “maestro”) es utilizada.

Por ejemplo, los Diez Mandamientos comienzan con esta introducción: “Yo soy el SEÑOR [Yahvé] tu Dios [elohim]. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.”14 Por lo tanto, cada vez que ves SEÑOR con todas las letras en mayúsculas en el Antiguo Testamento, se refiere al nombre personal de los israelitas utilizados para su Dios.

Dios el Padre

Jesús personalizó el nombre de Dios aún más. Cuando hablaba de Dios, a menudo usaba el término general “theos” y el término más específico kurios, que es griego para “señor” y probablemente se refiere a Dios como Yahvé.

Pero quizás lo más importante, Jesús también llamó a Dios pater, que significa “Padre.” De hecho, Jesús enseñó a sus seguidores a orar a Dios dirigiéndose a él como “Padre nuestro que estás en el cielo.”15

Este es sin duda el más personal de los nombres de Dios en la Biblia. Ilustra que Dios—el mismo Dios que creó los cielos y la tierra, quien salvó a la nación de Israel, quien es el “Altísimo” entre todos los otros objetos de adoración—es también un padre cariñoso y personal, para todos los que confían en él.

Existen muchas otras variaciones de nombres utilizados para Dios en la Biblia e incontables metáforas más para describir cómo es. Independientemente de cuáles sean los nombres de la Biblia que sean más útiles para ti, siéntete alentado por las palabras del Apóstol Pablo: “Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”16

  1. Robert J. Wyatt, “God, Names of,” en The International Standard Bible Encyclopedia, vol. 2, ed. por Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982), 505.
  2. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) © 1999, 1 Juan 4:8.
  3. Ibid., Génesis 17:1.
  4. Ibid., Génesis 14:18.
  5. Ibid., Génesis 16:13.
  6. Ibid., Esdras 5:1.
  7. Ibid., Éxodo 20:3.
  8. Wyatt, 505.
  9. Gordon J. Wenham, Génesis 1-15 en “Word Biblical Commentary” (Nashville: Thomas Nelson, 1987), 15.
  10. La Santa Biblia, Génesis 1:1.
  11. Ibid., Éxodo 3:13.
  12. Ibid., Éxodo 3:14.
  13. Douglas K. Stuart, “Éxodo” en “New American Commentary” (Nashville: Broadman and Holman, 2006), 121.
  14. La Santa Biblia, Éxodo 20:2.
  15. Ibid., Mateo 6:9.
  16. Ibid., Romanos 10:13.
  17. Crédito de Foto: Caleb Thal / Stocksy.com.