¿Está bien estar enfadado con Dios?

¿Está bien estar enfadado con Dios?

Cuando suceden cosas malas, ¿acaso Dios es el culpable? ¿Está bien estar enojado con Dios?

Nick Vujicic ha enfrentado su cuota de desafíos en la vida. En 1982, tres sonogramas fallaron en  revelar que Nick nacería sin brazos y piernas. Además de las típicas luchas de adolescentes, la infancia de Nick estaba llena de soledad, depresión y frustración. Constantemente, Nick preguntaba por qué era diferente y a menudo cuestionaba su propósito en la vida.1

Muchas personas lidian con circunstancias increíblemente dolorosas que causan sentimientos de desesperación e ira similares. Al igual que Nick, se sienten profundamente impotentes y tal vez cuestionan el propósito de su dolor. Y en la ausencia de respuestas, algunas personas canalizan su ira hacia Dios.

Pero, ¿está bien estar enojado con Dios? Para responder a esta pregunta, veamos la Biblia —que los cristianos creen que nos da una idea del carácter de Dios y de la vida justa. En particular, echemos un vistazo a la historia de Job.2

La Historia de Job

Job era un hombre intachable, un  hombre justo que respetaba a Dios. De hecho, era tan piadoso que Dios mismo se percató particularmente de Job e incluso se jactó de su lealtad.

Pero después Job sufrió una serie de desastres terribles. En cuestión de días, perdió su salud, su familia e incluso su riqueza. Al principio, Job continuó bendiciendo el nombre del Señor, pero más tarde se quebró. “Por eso doy rienda suelta a mi queja; desahogo la amargura de mi alma,” proclamó Job.3

Aunque nunca abandonó su fe, Job sintió que Dios estaba en guerra con él.4 Él no podía entender por qué le sucedían cosas malas —él era un buen hombre. Confundido y enojado por el trágico giro de los acontecimientos en su vida, Job exigió que Dios le explicara lo que parecía ser injusticia.

Dios le habló directamente a Job de su ira:

¿Quién es éste, que oscurece mi consejo
con palabras carentes de sentido?
Prepárate a hacerme frente;
yo te cuestionaré,
y tú me responderás.
¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra?
¡Dímelo, si de veras sabes tanto!5

Dios continuó desafiando a Job sobre asuntos de sabiduría, poder y justicia. Le recordó de su poder sobre toda la tierra —de su omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia. El Dios que creó todo también lo sabe todo.

De la historia de Job, podemos hacer un par de observaciones acerca de Dios y la ira. Algo que es importante de reconocer es que Dios nunca le dijo a Job que su enojo y decepción estaban equivocados. Dios nunca reprendió a Job por estar molesto o le dijo que sus sentimientos no eran permitidos. Los sentimientos negativos de Job fueron una reacción natural a los acontecimientos negativos en su vida.

Sin embargo, Dios no estaba bien con la exigencia de Job para que Dios tuviera que darle una explicación sobre sus acciones. Dios reprendió a Job cuando éste lo culpó por el giro de los acontecimientos, recordándole que [Job] no entendía todo y no estaba en condiciones para acusar a Dios.

Pero sin una comprensión de por qué pasan cosas malas, ¿qué debe entonces hacer una persona con sentimientos de confusión y angustia?

Respondiendo a los Tiempos Difíciles

Retroceder unos cuantos capítulos nos proporciona un poco de dirección. Después de escuchar un prolongado debate entre Job y sus tres amigos, un joven llamado Eliú se frustró al escuchar a Job que “en vez de justificar a Dios, se había justificado a sí mismo.”6

Eliú se sintió obligado a hablar con palabras que salieran “de un corazón honrado”:7

Dios es poderoso, pero no rechaza al inocente;
Dios es poderoso, y todo lo entiende;. . . .
Dios es exaltado por su poder.
¿Qué maestro hay que se le compare?
¿Quién puede pedirle cuentas de sus actos?
¿Quién puede decirle que se ha equivocado?
No te olvides de exaltar sus obras,
que con cánticos han sido alabadas.
Todo el género humano puede contemplarlas,
aunque sólo desde lejos.
¡Tan grande es Dios que no lo conocemos!
¡Incontable es el número de sus años!. . . .
Ponte a pensar en las maravillas de Dios. . . .
El Todopoderoso no está a nuestro alcance; excelso es su poder.
Grandes son su justicia y rectitud; ¡a nadie oprime!8

De este pasaje, podemos aprender dos cosas sobre lidiar con la ira en tiempos difíciles. En primer lugar, ganamos entendimiento del carácter de Dios; en segundo lugar, descubrimos una respuesta adecuada para Dios.

El Poder y la Sabiduría de Dios

Lo primero que nos enseña el extracto anterior es que sólo Dios es omnipotente y omnisciente. Aunque Job era capaz y sabio, tenía un sentido pomposo de su posición en este mundo.

A través de su intercambio con Dios, Job se dio cuenta de que incluso él, un hombre recto, no estaba en condiciones para acusar a Dios de la injusticia. Cuando Job regresó a una actitud de humildad, fue capaz de admitir que no sabía todo. “Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes. . . . Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender, de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas.’”9

Una actitud humilde es crítica en aceptar situaciones difíciles, que Jesús dijo que sería inevitable en este mundo. Una persona humilde ve la futilidad de los argumentos de autodefensa como, “¡Yo no merezco esto!” y “¡Esto no debería pasarle a alguien como a mí!” En lugar de exigir respuestas y razones, una persona humilde acepta que los caminos de Dios van más allá de nuestra comprensión.10

Con esa aceptación humilde, podemos darnos cuenta que la última pregunta no es, “¿Por qué sucedió esto?” La verdadera pregunta es, “¿Cómo vivo con esto?” Afortunadamente, Job proporciona una respuesta sobre cómo debemos vivir con circunstancias decepcionantes.

Alabado en Todo Momento

Aunque los otros amigos de Job no lograron convencer a Job, Eliú instruyó a Job hacer una cosa: Recuerda alabar la obra de Dios.

La humildad le provoca a una persona buscar ayuda de los recursos correctos con el fin de habilitarse a sí mismo a seguir alabando. Más que avivar las llamas de la injusticia, la Biblia y los amigos que respetan a Dios —como Eliú— nos ayudan a recordar la bondad de Dios. Le recuerdan a una persona que sufre sobre la evidencia del incomparable amor, misericordia, bondad y justicia de Dios.

Con la ayuda de Eliú, Job reconoció que sus sentimientos de maltrato y ultraje estaban equivocados. Otras personas, uno mismo, o —en el caso de Job— el diablo pueden ser los portadores del mal en este mundo. Pero nunca Dios.11

Las personas que recuerdan la bondad de Dios pueden confiar en que Dios sigue siendo su aliado —incluso en circunstancias que no siempre tienen sentido. Ellos recuerdan que Dios nos prepara con la fuerza para enfrentar lo que venga a nuestra manera. Su ira es reemplazada por sentimientos de paz y aceptación. Como resultado, son capaces de alabar a Dios en medio de la tragedia.

Una Vida Restaurada de Abundante Alegría

Es importante reconocer que Dios restauró a Job de la ira a la victoria. Él bendijo a Job con una familia más grande, una mejor salud y una mayor riqueza.12

A pesar de sus discapacidades, Nick Vujicic dice que él también ha sido restaurado. Aunque su vida comenzó con frustración, Nick buscó ayuda y la inspiración de Dios, amigos y familia. A medida que crecía en alabanza a Dios, su propósito se iba aclarando y su vida cambió.

Cuando tenía diecinueve años, Nick compartió su experiencia en su primera conferencia. Hoy en día, Nick ha viajado por todo el mundo y ha compartido su historia con millones de personas. Es esposo, autor, músico, actor y fundador del ministerio sin fines de lucro de Life Without Limbs. Él atribuye su fuerza y su pasión por la vida a su fe en Dios.

Tanto Nick como Job trataron con enojo las circunstancias que estaban fuera de su control. Pero ambos también se dieron cuenta de que su ira en última instancia, era inútil y estaba fuera de lugar. En su lugar, adoptaron una actitud de humildad y alabaron a Dios. Su alabanza —y la gratitud que le sigue— al final los condujo a una profunda alegría que no puede ser sacudida por ninguna situación de la vida.

  1. “Bio,” Life Without Limbs, http://www.lifewithoutlimbs.org/about-nick/bio.
  2. Véase La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) © 1999, Job 1–42.
  3. La Santa Biblia, Job 10:1.
  4. See La Santa Biblia, Job 19:7–12.
  5. La Santa Biblia, Job 38:2–4.
  6. Ibid., Job 32:2.
  7. Ibid., Job 33:3.
  8. Ibid., Job 36:5, 22–26; 37:14, 23.
  9. Job 42:2–3S
  10. Véase La Santa Biblia, Isaías 55:8.
  11. Ibid., Salmos 5:4.
  12. Ibid., Job 42:12–17.
  13. Crédito de Foto: Yasir Nisar / Stocksy.com.