A veces, Dios puede sentirse muy lejos. ¿Qué podemos hacer para reconectarnos con Dios?
Traté de orar luego de dejar a mis niños en la escuela esta mañana. Debió haber sido fácil. Yo estaba solo en el carro; finalmente había silencio. Pero como que no podía lograr el enfoque ni el deseo. Me sentía distraído, letárgico, apático.
Agraciadamente, mi mente se aclaró, como siempre lo hace. Sin darme cuenta, estaba conduciendo en la carretera, en comunicación con el Señor y disfrutando su presencia palpable. Este es mi secreto para cambiar las cosas cuando me siento desconectado del Señor . . .
Son bromas.
Eso es lo que quisiera poder escribir. Tal vez es lo que tu preferirías leer. Pero no es acertado. Tal y como suele ser, la verdad es más complicada.
Sintiéndote Desconectado de Dios
Honestamente, nada supernatural pasó mientras conducía. De ahí me fui a una cafetería, que es donde estoy sentado ahora, y todavía estoy aquí. Hoy siento que Dios está lejos y no estoy completamente seguro por qué.
Mi esposa y yo no peleamos esta mañana. No tengo un proyecto con fecha límite estresante en el trabajo. No estoy enfrentando una crisis financiera mayor.
Quisiera poder decir que la manera en que me siento hoy es extraño. Pero honestamente, es un jueves bastante normal. No es inusual para mí el sentirme un poco desconectado aún cuando trato de darle prioridad a mi relación con Dios. De hecho, usualmente ni cuenta me doy, tan rápido como lo hice esta mañana.
¿Te pasa eso a tí? ¿Alguna vez te preguntas si Dios está ahí para ti?
Tres Maneras de Reconectar con Dios
Para todos nosotros es bastante normal el tener temporadas donde no nos sentimos realmente "conectados" con Dios. Entonces, ¿qué debemos hacer cuando nos sentimos distanciados de Dios por días, meses, o incluso años?
¿Cómo nos reconectamos con Dios y establecemos nuevamente nuestra relación con Él? No existe una solución instantánea pero hay algunas maneras de cómo cultivar un sentido de Su cercanía.
1. Continúa Buscando a Dios
Cuando mi débil esfuerzo para orar falla, yo debo mantenerme tratando en vez de darme por vencido. A menudo, los momentos en que no nos sentimos con deseos de orar, son los momentos cuando más debemos hacerlo.
Puede ser difícil el continuar hablando cuando pareciera como si Dios estuviese callado en respuesta a nuestras oraciones o cuando simplemente nos sentimos desconectados.
Pero la Biblia nos asegura que lo que estamos experimentando no durará por siempre: "El Señor nos ha rechazado, pero no será para siempre. Nos hace sufrir, pero también nos compadece, porque es muy grande su amor. El Señor nos hiere y nos aflige, pero no porque sea de su agrado".1
Otras traducciones escriben esa última oración así:
- "Porque no aflige ni congoja de su corazón á los hijos de los hombres".2
- "Porque Él no castiga por gusto Ni aflige a los hijos de los hombres".3
Esto significa que cuando tu estás pasando por un momento difícil, Dios no está jugando contigo. Él no se regocija en verte sufrir. Y no durará por siempre.
Estos momentos son oportunidades para vivir nuestra fe, para ejercitar nuestra creencia en que Dios es fiel a su promesa de siempre estar con nosotros.4 Por lo tanto, mantente clamándole aún, o especialmente, cuando parezca que tus palabras se las está llevando el viento.
2. Examina Tu Corazón
Aprovecha la oportunidad para revisar lo que está pasando en tu corazón y en tu mente. ¿Hay algunas áreas de tu vida en las cuales estás aferrado a la ira, el orgullo, la avaricia o la envidia? ¿Estás luchando con algún pecado en particular?
Repetidamente la Biblia nos advierte que los pecados inconfesos impiden nuestra conexión con Dios. Esencialmente, el pecado es el fallar a sostener los mandatos de Dios. Los pecados no son boletos de parqueo en el cielo; son ofensas personales contra Dios. Por lo tanto, la desobediencia siempre lleva al distanciamiento.5
Y aún así, las páginas de Las Escrituras están llenas de buenas nuevas: "Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón".6
Eso significa que si reconocemos lo que hemos hecho mal y nos alejamos de los actos pecaminosos, encontraremos el perdón.7 El Dios de la Biblia es un Dios de compasión. Él perdona, da la bienvenida y acoge a todos aquellos que cometen errores, los admiten y se humillan ellos mismos en arrepentimiento.8
3. Considera la Fidelidad de Dios en el Pasado
Tal vez la mejor manera de acercarte a Dios es reflexionar en lo que él ha hecho en el pasado para acercarse a ti. Hace dos milenios, en una colina a las afueras de Jerusalén, Dios demostró lo que Él está dispuesto a hacer para que las personas se acerquen a Él.
Jesús, el Hijo de Dios, colgando de una cruz romana, fue crucificado y murió para cerrar la brecha entre los humanos y Dios. Los Cristianos creen que con Su resurrección, Jesús restauró el camino directo para una relación personal con Dios.
Cuando te sientas tentado a caer en la desesperación, cuando tengas miedo de que Dios se haya olvidado de ti o te haya abandonado, cuando te preocupe el no sentir Su presencia nuevamente. . . toma el tiempo para recordar que Cristo murió por ti. Él no te abandonará ahora.
Esta verdad es la misma no importa cómo nosotros nos sentimos. Nos podemos consolar en Hebreos 13:8 lo cual nos dice que "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos".
Recordando las Promesas de Dios
El sentirme lejos de Dios como lo hice esta mañana es una experiencia normal para muchos de nosotros. Claro, muchos se sienten desconectados por razones más identificables y más desafiantes; una ola de sufrimiento les ha caído en sus vidas, causando estragos y dejando preguntas inoportunas a su paso y dolor indescriptible.9
Pero la esperanza de los Cristianos está en las promesas de Dios: Ya sea que tus circunstancias actuales se sienten como algo normal o devastador, existe un Padre en el cielo que te ve, te conoce y te quiere.
Si, nuestro mundo está quebrantado, lleno de dolor y decepción. Pero Dios promete que no va a ser así siempre. Habrá un momento en que "Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios".10
Incluso cuando te sientas así, tu no eres olvidado ni abandonado.