DIOS TIENE UN PROPÓSITO PARA TI

La lucha por ser tu auténtico yo
¿Alguna vez comparas tu vida con la de los demás y sientes que tienes que usar una fachada para mantenerte al día con ellos?
Descubrir tu verdadera identidad y propósito puede ser un desafío en un mundo lleno de imágenes y expectativas poco realistas. Pero no es necesario que tú enfrentes esta lucha solo. La esperanza y libertad que se encuentran en Jesucristo pueden ayudarte a aceptar tu verdadero yo.

El amor de Dios crea tu identidad única
Dios te creó a su imagen y te ama incondicionalmente. Él desea una relación personal contigo y ha creado tu identidad única con un propósito específico en mente.
"Tu creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre". (Salmo 139:13)

Superando las barreras de nuestras malas decisiones
Nuestras malas decisiones y fracasos crean una barrera entre Dios y nosotros, impidiéndonos experimentar Su amor y Su propósito para nuestras vidas. Jesús vino para derribar estas barreras y ofrecernos esperanza, propósito y la oportunidad de vivir nuestras vidas auténticas.
"Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios". (Romanos 3:23)

Jesús, el puente hacia tu verdadero propósito
Jesús es el único camino para cerrar la brecha entre nosotros y Dios. Su muerte en la cruz pagó la pena por nuestros pecados y su resurrección nos ofrece la esperanza de vida eterna. A través de Jesús, podemos descubrir nuestro verdadero propósito y abrazar nuestro auténtico yo.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida –le contestó Jesús–.. Nadie viene al Padre sino por mí." (Juan 14:6)

Acepta a Jesús y comienza tu viaje hacia tu auténtica vida
Al confesar tus pecados, creer en Jesús e invitarlo a tu vida, puedes experimentar el amor, propósito y alegría que Dios tiene para ti.
Comienza tu viaje para convertirte en tu auténtico yo haciendo esta oración:
"Querido Dios, sé que soy un pecador y mis pecados me han separado de Ti. Creo que Jesús murió en la cruz por mis pecados y resucitó de entre los muertos. Confieso mis pecados y pido tu perdón. Jesús, Ven a mi vida y sé mi Señor y Salvador. Ayúdame a vivir una vida que te honre y me lleve a mi verdadera identidad y propósito. Amén".
