Idea Central: “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.”—Isaías 53:5
Mensaje para hoy:
Una persona atrapada en el acto de un crimen (o in fraganti) a menudo se describe como una persona que fue “agarrada con las manos en la masa” (sorprendido “con las manos rojas”, en inglés) Ya sea un niño que toma una galleta sin permiso o un empleado que es atrapado en una mentira, se siente terrible el hecho de que te pillen (o agarren).
¿Te has preguntado de dónde proviene la frase "con las manos rojas" (con las manos en la masa)? Alguna vez se utilizó para describir a alguien que había cometido un asesinato—la prueba de su culpabilidad era tan obvia que parecía como si todavía tuviera las manos manchadas de rojo por la sangre (o de hecho sí tenía sangre en sus manos).
La Biblia nos enseña que somos personas profundamente defectuosas e increíblemente pecaminosas—y las pruebas para confirmar esto son bastante abrumadoras. A todos los que aceptemos el hecho de que el Dios del universo ¡nos ha agarrado con las manos en la masa! nos espera un gran descubrimiento.
¿Acaso hay esperanza para nosotros? Isaías respondió con un rotundo sí en el versículo de hoy. Las personas perturbadas y quebrantadas fueron y siguen siendo la misión de Jesús. Él murió por las personas culpables e in fragantis. Sorprendentemente, cometimos el pecado y Jesucristo se llevó el castigo.
Considera esto:
¿Qué acciones te encuentras defendiendo o negando?
¿Cuáles son los obstáculos que te impiden aceptar el pago de Cristo por tus malas acciones?
Toma acción:
Identifica algo que hiciste mal y que te hace sentir culpable. Pide a Jesús que te perdone y te libre de culpa el día de hoy.
¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?
Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.