Idea Central: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.”— Juan 10:10

Mensaje para hoy:

¿Alguna vez has sentido que algo hace falta en tu vida? Si tan sólo pudieras lograr una cosa más, mejorar un área más, y hacer un poquito más de dinero, la vida sería mejor, ¿verdad? La mayoría de nosotros cree que “la buena vida" se puede encontrar en mejoras, adquisiciones y actividades.

Además, a medida que nuestros egos exigen más, nuestras almas parecen clamar por algo totalmente diferente. Es como si en el fondo nos diéramos cuenta de que nada en este mundo puede satisfacer la sed que tenemos de sentido y plenitud. En su libro Mere Christianity (Mero Cristianismo), C. S. Lewis escribió: "Si yo descubro en mí un deseo que ninguna experiencia en este mundo pueda satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo."

Lo bueno es que Jesús no es de este mundo. 

Jesús no está prometiendo hacer nuestra vida mejor, más fácil o sin complicaciones. Su llegada trae un tipo de vida diferente—una vida que es más profunda, más rica y más significativa de lo que podemos imaginar. Jesús trae la vida para la que fuimos creados. ¿Dejarías de perseguir la vida que la cultura prescribe y aceptarías la vida que Jesús ofrece?
 

Considera esto:
¿Cuáles son algunas de las cosas que nuestra cultura dice que son esenciales para "la buena vida?"
¿Cómo sería tu vida si hicieras un esfuerzo para intercambiar las cosas que estás buscando por la clase de vida que Dios nos ofrece?

Toma acción:
A medida que transcurre el día, presta atención a todos los anuncios que ves, escuchas y lees. ¿Qué es lo que despiertan en ti? Luego, pídele a Dios que te dé la vida abundante que él nos prometió.

¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?

Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.